Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://alvinujrw638368.blogrenanda.com/45233031/por-qué-zidane-reaccionó-así-en-su-último-partido